Cuando Jesús dijo 'Tus pecados te son perdonados', el joven no se levantó de inmediato (ver Mateo 9:7 ). Instantáneamente los escribas pensaron con una mueca 'este tipo blasfema', es decir, pretende tener un poder divino que no posee. Ellos dijeron en sus corazones que es fácil decir, 'Tus pecados te son perdonados', déjalo decir, 'Levántate y anda', entonces descubriremos su blasfemia.

Jesús responde a sus pensamientos. Sus palabras no son ' si ' como en AV, sino ' ¿por qué es más fácil decir, Tus pecados te son perdonados, que decir, Levántate y anda?' En verdad no era más fácil decir 'Tus pecados te son perdonados' como dice Jesús esas palabras, pues decirlas implicaba la curación del alma y también del cuerpo; pero para convencer a los escribas de su poder, añade las palabras: 'Levántate y anda'; e implícitamente les pide que deduzcan que la obra interna del perdón siguió a las primeras palabras con tanta seguridad como el resultado externo y visible siguió a la orden de levantarse y caminar.

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