Verso 21. Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

Guardaos de adorar ídolos es el pensamiento. ¡ Huye de él ! Ha habido ídolos en todas las épocas de la historia del mundo; ahora hay ídolos; éstos, el cristiano debe evitar. Cualquier cosa que nos aleje de la verdadera adoración de Dios es un ídolo que debe evitarse. Juan, habiendo dicho esto, concluye su carta con un amén solemne.

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Antiguo Testamento