Verso 1. Por tanto, dejando a un lado toda malicia.

Aquí sigue una conclusión necesaria. Tienes una visión completa de la magnitud de la gran salvación provista para ti, y en ella del gran amor del Padre, de quien es don, y la certeza del terreno sobre el cual descansan tu fe y esperanza, y los deberes que debes para unos a otros como hermanos. Todos los vicios del extraño deben cesar, a saber, la malicia, la astucia, las hipocresías, las envidias, las malas palabras. Estos no pertenecen al carácter cristiano, y, por otro lado, escucha el siguiente consejo.

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Antiguo Testamento