Verso 19. Por tanto, amados hermanos míos.

Por cuanto sois engendrados de Dios por la palabra de verdad, estáis obligados a ser rápidos, prontos, ansiosos de oír no sólo el evangelio, sino todo lo relacionado con él, en lo que se refiere a los deberes que debéis para con Dios y a tu prójimo. Lento para hablar; es decir, cautos, sin cometer errores. Lento para la ira, por la razón de que la causa del Maestro no puede avanzar mediante exhibiciones de ira, y sólo resulta en daño personal.

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Antiguo Testamento