Pues del corazón procede La enumeración sigue el orden de los Mandamientos. Los malos pensamientos y los razonamientos dañinos forman una clase bajo la cual caen los demás, indicando, también, que la transgresión de los Mandamientos es a menudo de pensamiento, por la ley de Cristo, no sólo de hecho. Para las "blasfemias", que puede pensarse que resumen la primera tabla, San Marcos, cuyo orden difiere ligeramente, tiene "la codicia", completando así el decálogo, y añade a la lista del texto "la maldad, el engaño, la lascivia, un mal de ojo, soberbia, necedad".

Los plurales "asesinatos, adulterios", etc., como señala Meyer, denotan los diferentes casos y tipos de asesinato y adulterio. El asesinato incluye mucho más que el acto de derramamiento de sangre.

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