Que no tenemos pecado. ¡Algunos afirmaban que no tenían ningún pecado porque habían alcanzado la perfección en esta vida! Lo que en realidad estaban haciendo era decir que el evangelio les permitía hacer todo sin que se contara como pecado. Nos engañamos a nosotros mismos. "Si dices que has progresado más allá de la reconciliación con Dios y que ya no tienes necesidad del perdón que ofrece la sangre de Jesús, ¡estás lejos de la verdad y te estás engañando a ti mismo!" Compare Romanos 7:14-25 y notas.

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Antiguo Testamento