Casi todo. Unas pocas cosas se purificaron con agua, otras con fuego y otras con las cenizas del becerro quemado (vaca roja). Pero en general, era sangre lo que se usaba. Y los pecados son perdonados. Los judíos entendieron esto. El animal que moría en el altar representaba el perdón que se imputaba a aquél por quien se ofrecía el sacrificio.

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Antiguo Testamento