Hechos 26:24-26

¡Estás loco, Pablo! Note que es Festo, un gentil, quien irrumpe en Pablo y grita que solo un cerebro trastornado podría imaginar tales cosas. Compare este estallido con la reacción de los atenienses ( Hechos 17:32 ). Tu gran erudición puede referirse a la evidente educación religiosa de Pablo, ya que Festo y muchos otros como él pensaban que toda religión era un engaño.

Recuerde también que Festo acababa de convertirse en gobernador y no conocía la historia de Pablo. Pablo respondió. Señala con calma que no está "loco", pero dice la verdad. Tenía el control total de sí mismo. ¡Rey Agripa! Todas las cosas de las que Pablo había estado hablando eran bien conocidas por Agripa. Esto había sido "al aire libre" donde todos podían ver, y el cristianismo había comenzado en la misma ciudad donde Cristo había sido asesinado, solo cincuenta días después de que resucitó de la muerte.