Jesús también contó esta parábola. Debe referirse a los fariseos, ya que eran santurrones. Se supone que el rabino Simeón, un fariseo, dijo: "Si solo hubiera treinta hombres justos en el mundo como Abraham, mi hijo y yo seríamos dos de ellos; si solo dos, mi hijo y yo seríamos esos; si solo uno, sería yo mismo".

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Antiguo Testamento