6. Ahora, hermanos, si debo venir. Se propone a sí mismo como ejemplo, porque en su persona el caso se exhibió de manera más llamativa (814) Los corintios experimentaron en sí mismos abundantes frutos de su doctrina. Les pregunta, entonces, qué ventaja sería para ellos, si hiciera uso de lenguas extranjeras entre ellos. Él les muestra en esta instancia, cuánto mejor fue aplicar sus mentes a las profecías. Además, era menos envidioso reprobar este vicio en su propia persona, que en la de otro.

Sin embargo, menciona cuatro tipos diferentes de edificación: revelación, conocimiento, profecía y doctrina. Como hay una variedad de opiniones entre los intérpretes que los respetan, permítanme permitirme también presentar mi conjetura. Sin embargo, como no es más que una conjetura, dejo que mis lectores lo juzguen. La revelación y la profecía las puse en una clase, y soy de la opinión de que la última es la administración de la primera. Soy de la misma opinión en cuanto al conocimiento y la doctrina. Lo que, por lo tanto, cualquiera ha obtenido por revelación, lo dispensa al profetizar. La doctrina es la forma de comunicar el conocimiento. Por lo tanto, un Profeta será uno que interprete y administre la revelación. Esto está más a favor de la definición que he dado anteriormente, que en desacuerdo con ella. Porque hemos dicho que profetizar no consiste en una interpretación simple y simple de la Escritura, sino que también incluye el conocimiento para aplicarla al uso actual, que se obtiene solo por revelación y la inspiración especial de Dios.

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