11 Ahora Dios mismo. Ahora reza para que el Señor, después de haber eliminado las obstrucciones de Satanás, pueda abrir una puerta para sí mismo y ser, por así decirlo, el líder y el director de su camino hacia los Tesalonicenses. Con esto, él insinúa que no podemos avanzar un paso con éxito, (562) de otra manera que bajo la guía de Dios, pero que cuando extiende su mano, es sin ningún propósito que Satanás emplee todos los esfuerzos para cambiar la dirección de nuestro curso. Debemos tener en cuenta que él asigna el mismo oficio a Dios y a Cristo, ya que, sin lugar a dudas, el Padre no nos otorga ninguna bendición, excepto por la mano de Cristo. Sin embargo, cuando habla de ambos en los mismos términos, enseña que Cristo tiene divinidad y poder en común con el Padre.

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