31. El Dios y el Padre Cuando estaba a punto de relatar una hazaña singular, (870) que, al mismo tiempo, no era muy conocido, lo confirma haciendo un juramento. Observe, sin embargo, cuál es la forma de un juramento piadoso, (871) - cuando, con el propósito de declarar la verdad, reverentemente llamamos a Dios como nuestro testigo . Ahora, esta persecución fue, por decirlo así, el primer aprendizaje de Pablo, (872) como aparece en Lucas, (Hechos 9:23); pero si, aun siendo un recluta en bruto, se ejercitó en tales comienzos, ¿qué pensaremos de él cuando sea un soldado veterano? Sin embargo, como el vuelo no da evidencia de un espíritu valiente, se puede preguntar, ¿por qué hace mención de su vuelo? Respondo que las puertas de la ciudad real, que habían sido cerradas, mostraban claramente con qué furia los malvados estaban inflamados contra él; y no fue por razones claras que los habían llevado a tener ese sentimiento, (873) porque si Pablo no hubiera luchado por Cristo con un nuevo e inusual actividad, los malvados nunca habrían sido arrojados a tal conmoción. Su singular perseverancia, sin embargo, brilló principalmente en esto: que, después de escapar de una persecución tan severa, no dejó de agitar al mundo entero en su contra, al enjuiciar sin temor la obra del Señor.

Sin embargo, puede ser que proceda a burlarse de esos hombres ambiciosos, que, aunque nunca habían tenido otra cosa que aplausos, favores, saludos honorables y alojamientos agradables, deseaban ser tenidos en la más alta estima. Porque, en oposición a esto, relata, que fue encerrado, para que pudiera salvar su vida con dificultad en un vuelo miserable e ignominioso.

Algunos, sin embargo, preguntan si fue lícito que Paul saltara los muros, ya que era un crimen capital hacerlo. Respondo, en primer lugar, que no es seguro si ese castigo fue sancionado por la ley en el Este; y, además, que aunque fuera así, Paul, sin embargo, no era culpable de ningún delito, porque no lo hacía como enemigo, ni por deporte, sino por necesidad. Porque la ley no castigaría a un hombre, eso se arrojaría de las paredes para salvar su vida de las llamas; ¿Y qué diferencia hay entre un incendio y un feroz ataque de ladrones? Siempre debemos, en relación con las leyes, tener en cuenta la razón y la equidad. (874) Esta consideración eximirá a Paul por completo de la culpa.

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