21 Para que yo viva. Hasta ahora, en mi opinión, los intérpretes han dado una interpretación y exposición erróneas de este pasaje; porque hacen esta distinción, que Cristo fue vida para Pablo, y la muerte fue ganancia. Yo, por otro lado, hago de Cristo el tema del discurso en ambas cláusulas, de modo que se declare que gana en él tanto en la vida como en la muerte; ya que es costumbre con los griegos dejar que se entienda la palabra πρός. Además de que este significado es menos forzado, también se corresponde mejor con la afirmación anterior y contiene una doctrina más completa. Él declara que es indiferente para él, y es todo uno, ya sea que viva o muera, porque, teniendo a Cristo, considera que ambos son ganancias. Y seguramente es solo Cristo quien nos hace felices tanto en la muerte como en la vida; de lo contrario, si la muerte es miserable, la vida no es más feliz; así que es difícil determinar si es más ventajoso vivir o morir de Cristo. Por otro lado, deje que Cristo esté con nosotros, y él bendecirá nuestra vida y nuestra muerte, para que ambos sean felices y deseables para nosotros.

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