El remedio para los pecados de los creyentes. “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca Abogado tenemos para con el Padre Jesucristo, un Justo. Y Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.

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Antiguo Testamento