El mensaje (el más corto de los siete) a los cristianos de Esmirna, “una de las primeras estrellas en el brillante cinturón de las ciudades de Asia Menor” (Mommsen), un puerto de mar rico y privilegiado, y como Sardis, un constante rival de Éfeso por el título de primacía que propiamente pertenecía a Pérgamo, la capital real de la provincia. Probablemente sea por los celos mezquinos de estas comunidades urbanas que el profeta se abstiene de hablar de una a la otra (como hizo Pablo, con sus iglesias), a modo de ejemplo.

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Antiguo Testamento