La alegoría anterior ha ilustrado la diferencia esencial entre la herencia de judíos y cristianos. Mientras que los judíos heredan la esclavitud a la Ley, la libertad es el derecho de nacimiento cristiano, derivado de su madre celestial. El Apóstol ahora procede a hacer cumplir la verdad de que Cristo nos otorgó esta libertad, y que es un principio esencial de nuestro llamado.

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Antiguo Testamento