CAPÍTULO 7

SINOPSIS DEL CAPITULO

En este capítulo responde a cinco preguntas de los corintios sobre las leyes del matrimonio, y sobre el consejo de la virginidad y el celibato.

i. La primera pregunta es si el matrimonio y su uso son lícitos para un cristiano, como nacido de nuevo y santificado. La respuesta es que son lícitas, y que, además, cuando cualquiera de las partes exige lo que le corresponde, debe dárselo, y que, por lo tanto, es mejor casarse que quemarse.

ii. La segunda es (v. 10) sobre el divorcio, si es lícito, y S. Pablo responde que no lo es.

iii. La tercera es (v. 12), si un creyente tiene una pareja incrédula, ¿pueden continuar viviendo juntos? Él responde que ambos pueden y deben, si el incrédulo consiente en vivir en paz con el creyente.

IV. El cuarto es (ver.17) si el estado de un hombre debe cambiar a causa de su fe; si, por ejemplo, una persona casada que era esclava cuando un pagano se vuelve libre cuando se convierte en cristiano, si un gentil se convierte en judío. Responde negativamente y dice que cada uno debe permanecer en su puesto.

v. El quinto es (v. 25) si en todo caso los que se convierten a Cristo como vírgenes deben permanecer así. Responde que la virginidad no se impone a nadie como precepto, sino a todos como consejo, como mejor que el matrimonio por seis razones:

( a ) Por la presente necesidad, por cuanto poco tiempo nos es dado para alcanzar ganancia no temporal, sino eterna; la que es virgen está enteramente atenta a estas cosas (v. 26).

( b ) Porque el que está casado está, por así decirlo, ligado a su esposa con el vínculo matrimonial, pero el soltero es libre y sin restricciones (v.27).

( c ) Porque el soltero está libre de la tribulación de la carne que ataca a los casados ​​(v. 28).

( d ) Porque la virgen sólo piensa en lo que agrada a Dios, pero la casada tiene el corazón dividido entre Dios y su mujer (v.32).

( e ) Porque una virgen es santa en cuerpo y en alma, pero los casados ​​no en cuerpo, y muchas veces no en alma (ver.34).

( f ) Porque el soltero da a su virgen oportunidad de servir a Dios sin interrupción, mientras que los casados ​​tienen mil obstáculos para la piedad y la devoción (v.35).

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