Estas palabras forman el comienzo de lo que se denomina el "Shemá" ("Escuchar") en los servicios judíos, y pertenecen al oficio diario de la mañana y la tarde. Pueden ser llamados “el credo de los judíos”.

Este importante texto contiene mucho más que una mera declaración de la unidad de Dios en contra del politeísmo; o de la autoridad exclusiva de la revelación que Él había hecho a Israel en contra de otras supuestas manifestaciones de Su voluntad y atributos. Afirma que el Señor Dios de Israel es absolutamente Dios, y ningún otro. Él, y sólo Él, es Jehová (Yahweh) el Dios absoluto, sin causa; Aquel que, por Su elección de ellos, se dio a conocer a Israel.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad