¿Con quién, pues, compararéis a Dios? - Dado que es tan genial, ¿qué puede parecerse a él? ¿Qué forma se puede hacer como él? La idea principal que se pretende transmitir aquí por el profeta es, evidentemente, que Dios es grande y glorioso, y digno de la confianza de su pueblo. Ilustra esta idea haciendo referencia a los intentos que se hicieron para representarlo, y mostrando cuán vanos fueron esos esfuerzos. Por lo tanto, establece el modo en que generalmente se formaban las imágenes de los ídolos, y muestra cuán absurdo era suponer que podrían ser cualquier representación real del Dios verdadero. Es posible que esto se compusiera en la época de Manasés, cuando la idolatría prevaleció en gran medida en Judá, y que el profeta pretendía de esta manera mostrar su locura y lo absurdo.

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