1 Corintios 15:23

Pero cada uno en su propio orden [literalmente, cohorte, regimiento o división militar]: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida . [Después de reafirmar claramente su testimonio de la resurrección de Cristo, pasa a mostrar la naturaleza integral y todo-inclusiva de esa resurrección. Esto lo hace apelando a la figura y el hecho de las Escrituras. Al día siguiente del sábado de la pascua se mecía como primicia delante del Señor una gavilla de cebada (el grano más temprano en madurar) ( Levítico 23:9-14 ).

Las primicias tenían que ser presentadas así antes de que pudiera comenzar la cosecha, y su presentación era una prenda de la recolección. Ahora bien, en este mismo día después del sábado, Cristo resucitó como las primicias de entre los muertos, y se convirtió en las arras de la resurrección general. Además, lo que se mostró tan claramente en el tipo se escribió con igual claridad en la historia. Si la justicia de Dios hizo que la muerte de Adán incluyera en su alcance la muerte de todos, la misericordia de Dios hizo que la resurrección de Cristo obtuviera el efecto contrario de liberar a todos de la tumba.

Pero así como las primicias precedieron a la cosecha, así la resurrección de Cristo precedió a la resurrección de la raza. Pero así como las primicias formaban parte de la cosecha, así la resurrección de Cristo es una resurrección parcial de toda la humanidad. Él debe ser el Omega así como el Alfa de la resurrección, y debe resucitar a todos en quienes mora su Espíritu. Debido a que Pablo afirma que habrá orden en la resurrección, y debido a que solo nombra dos partes en el orden: Cristo y sus discípulos, los comentaristas han sido engañados al pensar que habrá un tercer orden: los malvados.

Así tienen la anomalía de las primicias seguidas de dos cosechas. Pero esto se contradice con toda la tendencia de la Escritura, que habla de una resurrección, y no de resurrecciones; de una siega ( Mateo 13:36-43 ), y no de siegas; y que describe el día del juicio en términos que no pueden conciliarse con dos resurrecciones separadas ( Mateo 25:31-46 ).

La única excepción aparente es la resurrección espiritual o figurativa mencionada en el Apocalipsis ( Apocalipsis 20:4-6 ). La verdad es que en este capítulo Pablo está considerando sólo la resurrección de los justos, y no tiene en cuenta la resurrección de los impíos en absoluto, porque de haberlo hecho, habría involucrado a sus lectores en una confusión sin fin. El contexto lo muestra claramente. Solo hay un día de resurrección para la humanidad, y solo una trompeta para convocarlos a levantarse y aparecer en una hora común de juicio.]