Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después los que son de Cristo en su venida.

Ver. 23. A su venida ] Como mientras tanto, el mismo polvo de ellos es precioso; los cadáveres consumidos no están tan destruidos, sino que hay una sustancia preservada por una influencia secreta que procede de Cristo como cabeza. Por eso se dice que están muertos en Cristo, quien al pudrirse los refina.

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