Huye de la fornicación. [Como lo hizo José-- Génesis 39:12 ] Todo pecado que el hombre comete, es fuera del cuerpo; pero el que comete fornicación peca contra su propio cuerpo . [Pablo nota la adaptación o correlación mutua entre el vientre y la comida, pero afirma que esta correlación es transitoria y será destruida por la muerte.

También existe una correlación subordinada entre marido y mujer, porque los dos se convierten en una sola carne, y la inocencia de su unión no interfiere con la relación de ninguno de los dos con Dios, que es la correlación suprema del cuerpo. Pero no existe una correlación lícita entre el cuerpo del cristiano y el de la ramera, y tal correlación no puede estar subordinada a la correlación suprema del cuerpo, sino que le repugna.

La correlación entre el estómago y la comida es transitoria y termina con la muerte; pero la que existe entre el cuerpo y el Señor se hace eterna por la resurrección. Ahora bien, los demás pecados, incluso la embriaguez y la glotonería, son pecados sin el cuerpo; es decir, peca contra aquellas partes del cuerpo que no le serán inherentes en el estado futuro ( Apocalipsis 7:16 ), y por lo tanto no atacan directamente a ese estado futuro; pero la fornicación une todo el cuerpo en unión pecaminosa con un cuerpo de muerte, de modo que se convierte en una sola carne con la ramera condenada, separándose así completamente del cuerpo místico de vida en Cristo, y así ataca directamente el estado futuro del cuerpo. .]

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