Huye de la fornicación - Todo comercio ilegal con mujeres, con rapidez, con aborrecimiento, con todas tus fuerzas. Todo pecado que un hombre comete contra su prójimo termina en un objeto de sí mismo y no contamina tan inmediatamente su cuerpo, aunque sí su alma. Pero el que comete fornicación, peca contra su propio cuerpo: lo contamina, lo deshonra y lo degrada al nivel de las bestias brutas.

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