para que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. [Pablo ora para que los tesalonicenses sean considerados dignos de la invitación del evangelio, para que puedan recibir, según la plenitud del poder ilimitado de Dios, todas las bendiciones a las que han sido invitados; a saber: todas las gracias y glorias que siempre la bondad de Dios deseó otorgar, y cada aspiración o ideal celestial por el cual su propia fe los impulsó a luchar; que así sus vidas puedan glorificar a Cristo, y ser glorificados por Cristo, de acuerdo con los propósitos de la gracia de Dios en Cristo. Jesús es glorificado en sus santos por su reflejo, y los santos son glorificados en Jesús por su impartición de sus divinas excelencias.]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento