Ve, llama a tu marido

(Hυπαγε φωνησον σου τον ανδρα). Dos imperativos (presente activo, primer aoristo activo). ¿Había comenzado a irse después de su perpleja respuesta? Sus frecuentes viajes al pozo eran en parte por su marido. Puede que no tengamos toda la conversación preservada, pero claramente Jesús, por este repentino giro brusco, le da a la mujer una convicción de pecado y culpa sin la cual ella no puede entender su uso del agua como metáfora de la vida eterna.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento