Dejáis el mandamiento de Dios

(αφεντες την εντολην του θεου). Nótese el marcado contraste entre el mandato de Dios y las tradiciones de los hombres. Jesús abre aquí una cuña aguda en la contienda farisaica. Habían encubierto la Palabra de Dios con su enseñanza oral. Jesús muestra aquí que se preocupan más por la enseñanza oral de los escribas y ancianos que por la ley escrita de Dios. El Talmud da una confirmación abundante y específica de la veracidad de esta acusación.

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Antiguo Testamento