Lucas 10:30 . Haciendo respuesta. Lit, 'tomar', es decir, hacer de su pregunta la base de una respuesta extensa.

Cierto hombre. Se entiende por judío; pero esto no se destaca, ya que la lección principal de la parábola no es el amor a los enemigos, sino el amor al hombre como tal, la humanidad, la filantropía.

Iba bajando de Jerusalén a Jericó. El viaje era literalmente 'abajo', pero era habitual hablar de 'subir' a Jerusalén, la ciudad capital. La distancia era de unos ciento cincuenta estadios romanos, o diecisiete millas inglesas. Los incidentes de la historia son todos probables, como es habitual en las parábolas de nuestro Señor. El lugar donde se pronunció la parábola pudo haber estado bastante cerca de la región entre Jerusalén y Jericó. Ciertamente no fue en Galilea ni en Samaria, sino en Judea o Perea y esta última limitaba con Jericó.

Cayó entre ladrones, no 'ladrones', sino salteadores de caminos, que abundaban en aquella vecindad. El camino pasaba por un desierto. Según Jerónimo, se llamaba el camino rojo o sangriento, y en su época se necesitaba allí un fuerte y una guarnición romana, para la protección de los viajeros. Se representa a este hombre literalmente rodeado por tales ladrones, quienes lo despojaron, es decir, de todo lo que tenía, y lo golpearon, probablemente como consecuencia de su resistencia.

Dejándolo medio muerto. Sin preocuparse por su estado, que se coloca en último lugar para mostrar su necesidad de ayuda rápida.

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