Rey de reyes y Señor de señores ; indicando su dominio universal y supremo. La supremacía del Señor Jesucristo y su determinación de aplastar a sus enemigos y salvar a sus amigos se revelan con mayor claridad en la Biblia; y en sus manifestaciones de sí mismo, todos verán que él es un Dios justo y un Salvador todopoderoso.

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Antiguo Testamento