Como Jesucristo nunca cometió pecado, sino que fue en todas las cosas un modelo de perfección y, sin embargo, murió voluntariamente en la muerte más vergonzosa y agonizante, debe haber muerto en propiciación por los pecados de los hombres, "el justo por los injustos", "para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. 1 Pedro 3:18 ; Juan 3:15 .

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Antiguo Testamento