Oh Señor, la justicia te pertenece. No nos has hecho mal en ninguna de las calamidades que has traído sobre nosotros; pero te has mostrado justo y santo, es más, misericordioso y misericordioso, castigándonos mucho menos de lo que merecían nuestras iniquidades. Pero para nosotros confusión de rostros Pero la ignominia y la vergüenza nos pertenecen; y el desprecio y los malos tratos que hemos recibido no han sido más de los que merecíamos. A los varones de Judá y a todo Israel que está cerca , etc. A las dos tribus de Judá y de Benjamín, que están cerca , junto a los ríos de Babilonia; ya las diez tribus que están lejos , en la tierra de Asiria. La confusión pertenece no solo a la gente común de nuestra tierra, sino anuestros reyes, nuestros príncipes y nuestros padres , que deberían haber dado un mejor ejemplo y haber usado su autoridad e influencia para contener el torrente amenazador de vicio y profanación.

Tampoco hemos obedecido la voz del Señor, aunque teníamos infinitas obligaciones de obedecerle; andar en sus leyes, que eran todas santas, justas y buenas; que puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas por medio de Moisés, y la sucesión de profetas que le siguieron; quien reforzó la ley de Moisés y dio al pueblo nuevas instrucciones de Dios en ocasiones emergentes.

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