Así que cuando los amenazaron más a saber, en términos más severos que antes; los dejaron ir. No considerándolo apropiado, considerando todas las circunstancias, proceder a otros extremos en ese momento; ya que no pudieron encontrar nada en su conducta por lo que pudieran castigarlos con alguna demostración de razón; a causa de la gente cuyo resentimiento temían.

Porque todos los hombres glorificaron a Dios por lo que hizo. Tanto más sabios eran ellos que sus gobernantes. Para el hombre que había sido lisiado desde su nacimiento; Tenía más de cuarenta años. De modo que, al juicio humano, casi nada podría haber parecido un caso más desesperado que una cojera tan empedernida y confirmada.

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