Allí los que nos llevaron a Nuestros nuevos amos, que nos hicieron sus esclavos y nos sacaron cautivos de nuestra propia tierra; requirió de nosotros una canción דברי שׁיר, la letra de una canción: en la LXX., λογους ωδων, letra de una canción. Nos pidieron que los entretuviéramos con nuestra música y canto. Y los que nos destruyeron en hebreo, ותוללינו, contumulatores nostri, los que nos pusieron en montones , es decir, los que pusieron a Jerusalén y al templo en ruinas, nos pedían alegría , שׁמחה, gozo o alegría; diciendo: Cántanos los cánticos (así está en hebreo) de SionCántenos algunos de esos cánticos que se solían cantar en el templo en ocasiones de gozo público. Esto lo exigieron, probablemente en parte por curiosidad, y en parte para burlarse e insultar a ellos, a su templo y adoración, no sin “una reflexión tácita sobre su Dios, que no podía proteger a su pueblo favorecido contra sus enemigos. Así han sido los fieles, y así serán insultados en el día de su calamidad ".

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