Dios está celoso

La gran lección ética de Nahum es que el carácter de Dios lo hace no solo "lento para la ira" y "fortaleza para los que confían en Él", sino también uno que "no absolverá al impío". Él puede ser "justo y el que justifica al que cree en Jesús" (Romanos 3:26) pero sólo porque su santa ley ha sido vindicada en la cruz.

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