De Dios son conocidas todas sus obras: El apóstol habla claramente aquí, no de las obras de Dios en el mundo natural, sino de sus dispensaciones para con los hijos de los hombres: ahora no podía conocerlas, sin conocer las acciones y el carácter de personas particulares, en una correspondencia en la que se fundamenta la sabiduría y la bondad de esas dispensaciones. Así, por ejemplo, debe haber sabido que habría idólatras gentiles (algo tan dependiente de la libertad de la mente humana, como cualquier cosa que podamos imaginar) o no podría haber sabido que los llamaría a su Iglesia.

Este texto, por lo tanto, debe seguir siendo una prueba incontestable, entre mil más de la palabra de Dios, de que ciertamente conoce de antemano contingencias futuras. La paráfrasis del texto del Dr. Clarke es: "El método de su gobierno universal, a través de todo el sistema, tanto del mundo natural como del moral, está de acuerdo con ciertas reglas uniformes establecidas eternamente por una sabiduría infalible".

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