(16) Sin embargo, por esto obtuve misericordia. - A pesar de esta profunda conciencia de su culpa, la fe y la confianza en su propia salvación parecen no haber vacilado nunca. Habla de esto con toda certeza y procede a decirnos con gran claridad por qué Cristo lo salvó, el primero de los pecadores.

Para que Jesucristo primero manifieste en mí toda paciencia. - Si Cristo pudo mostrarle misericordia, seguramente en tiempos posteriores el mayor de los pecadores nunca dudará del poder y la voluntad de salvar del Redentor. La conversión de San Pablo predijo a muchos pacientes espera por parte del Señor, mucha paciencia, que nunca se apresuraría a castigar a sus enemigos, pero que se demoraría mucho, con la esperanza de que el pecador se arrepintiera mientras aún era tiempo.

Por un modelo para aquellos que de ahora en adelante deben creer en él. - Los hombres debían aprender que conversiones como la suya debían esperarse como sucesos comunes: conversión de blasfemos, de perseguidores, a quienes el Señor esperaría anhelar, hasta que ellos también, llegando al conocimiento de la verdad, debieran Reconócelo. Así, para todos los pecadores, san Pablo fue un modelo, un ejemplo de la gran paciencia del Señor, de su paciente espera.

Su bondadoso Maestro lo había tratado como un rey, quien, al juzgar el caso de una ciudad rebelde, perdona al rebelde principal. Si Dios quiere redimir a Saulo el perseguidor, nadie debe desesperarse de encontrar misericordia.

A la vida eterna. - Y la meta, que tenían ante sí estos pobres pecadores redimidos, que, como San Pablo, en la fe y la confianza amorosa en Jesús habían encontrado la paz y la aceptación, era la vida eterna.

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