Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; Continuar en ellos. - Tu enseñanza es una traducción más precisa de la palabra griega original que "la doctrina". El Apóstol en estas palabras resume los dos principales requisitos pastorales y luego señala las poderosas consecuencias que resultarán de cumplirlos fielmente. El ministro de Cristo debe mantener su atención fija en su propio comportamiento y conducta, y al mismo tiempo prestar atención igualmente cuidadosa a la calidad y el carácter de su enseñanza.

Esta enseñanza debe ser verdadera y varonil y, sobre todo, debe ser fiel en la doctrina; y él mismo debe ejemplificarlo con palabras y hechos. Sin una enseñanza verdadera y eficaz, la vida pura y recta del pastor cristiano no logrará ganar almas para su Maestro; y, por otro lado, la instrucción más eficaz no servirá de nada a menos que la vida corresponda a las palabras pronunciadas públicamente.

Porque haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyen. - "Tú salvarás" - es decir, en el gran día del juicio; por un solo significado, y que el más alto, debe ser dado a "tú salvarás". La felicidad eterna para el pastor y el rebaño es la doble recompensa ofrecida al siervo fiel del Señor. Al esforzarse por salvar a otros, el ministro realmente se preocupa por su propia salvación.

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