(13-15) Los judaizantes merecerían tal destino; porque están deshaciendo todo el objeto con el que fuiste llamado. Fuiste llamado, no a la servidumbre legal, sino a la libertad. Esta precaución solo es necesaria: no hagas de la libertad un pretexto para la autocomplacencia. Una servidumbre a la que puedes someterte: el servicio del amor. Al hacerlo, cumplirás la Ley sin ser legalistas. El que ama a su prójimo como a sí mismo no necesitará otra regla. Por otro lado, las disensiones serán fatales, no solo para una parte, sino para todos los que participan en ellas.

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