¿Has apelado al César? a César irás. - Evidentemente, hay algo así como una mueca en la aceptación por parte del procurador de la decisión de St. Paul. Él sabía, tal vez, mejor que el Apóstol a qué tipo de juez estaba apelando este último, cuántas demoras habría antes de que se escuchara la causa, cuán pocas posibilidades había de un juicio justo al final.

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