Versículo 13. Ciñe los lomos de tu mente. Anímate con esta muestra del amor de Dios que ahora se te ha dado a conocer; y aunque debéis esperar pruebas, fortaleced vuestras mentes con la consideración de que el que os ha dado a su Hijo Jesús no os negará ninguna cosa buena. La alusión aquí es a las largas túnicas de los asiáticos, que, cuando estaban a punto de realizar algún servicio activo, se remetían sus fajas: esto también lo hacían cuando servían a sus superiores en las comidas.

Esperad hasta el final por la gracia. Seguid esperando todo lo que Dios ha prometido, y en particular la máxima salvación, la glorificación del cuerpo y del alma, que obtendréis en la revelación de Cristo, cuando venga a juzgar al mundo. Pero si el apóstol alude aquí a la proximidad de la revelación de Cristo para infligir juicio sobre los judíos por su rebelión y obstinación final, entonces la gracia , χαριν, beneficio , puede tener por objeto su preservación de los males que venían sobre aquel pueblo, y su maravilloso escape de Jerusalén en el momento en que los ejércitos romanos venieran contra ella.

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