Versículo Eclesiastés 12:7 . Entonces el polvo volverá a la tierra como era, y el espíritu volverá a Dios.

5. La putrefacción y la disolución tienen lugar; toda la masa se descompone, y en el proceso del tiempo se reduce al polvo, del que fue originalmente hecha; mientras que el espíritu, הרוח haruach, ese espíritu, que Dios al principio sopló en las fosas nasales del hombre, cuando en consecuencia se convirtió en un ALMA VIVA, un animal inteligente, racional, discursivo, vuelve a Dios que lo dio. Aquí el sabio hace una distinción muy evidente entre el cuerpo y el alma: no son lo mismo; no son ambos materia. El cuerpo, que es materia, vuelve al polvo, su origen; pero el espíritu, que es inmaterial, vuelve a Dios. Es imposible que dos naturalezas puedan ser más distintas, o más enfáticamente distinguidas. El autor de este libro no era materialista.
Así termina este cuadro conmovedor, pero elegante y acabado, de la VEJEZ y de la MUERTE. Véase una descripción de la vejez similar, pero muy inferior a ésta, en el Agamenón de Esquilo, v. 76-82.

Se ha observado a menudo que la circulación de la sangre, que ha sido considerada como un descubrimiento moderno por nuestro compatriota el Dr. Harvey, en 1616, era conocida por Salomón, o quienquiera que fuese el autor de este libro: las fuentes, cisternas, cántaro y rueda, dan suficiente apoyo a la conclusión.

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