Versículo 14. Pero lejos esté de mí gloriarme... Sea lo que fuere que hagan los demás, o de lo que se regocijen o se gloríen, lejos esté de mí gloriarme , sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo; en la gran doctrina , que la justificación y la salvación son sólo a través de Cristo crucificado, habiendo hecho él una expiación por el pecado del mundo por su pasión y muerte. Y me glorío, también, en la desgracia y la persecución que experimento por mi apego a este Cristo crucificado.

Por quien el mundo me es crucificado... Los ritos judíos y las vanidades gentiles son igualmente insípidos para mí; Sé que están vacíos y sin valor. Si los judíos y los gentiles me desprecian, yo desprecio aquello en lo que confían; por medio de Jesús, todos están crucificados para ; sus objetos de dependencia son tan viles y execrables para mí, como yo lo soy para ellos, a cuyos ojos estas cosas son de gran importancia.

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