Pero Dios no permita que me gloríe - Debo jactarme de todo lo que tengo, soy o hago; o confiar en cualquier cosa para mi aceptación ante Dios, sino en lo que Cristo ha hecho y sufrido por mí. Por medio del cual el mundo es crucificado para mí - Todas las cosas y personas que hay en él son para mí como nada. Y yo para el mundo, estoy muerto para todas las búsquedas, preocupaciones, deseos y placeres mundanos.

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