Verso Génesis 1:28. (Y Dios los bendijo…) Los marcó como bajo su protección especial y les dio poder para propagar y multiplicar su propia especie en la tierra. Un gran volumen sería insuficiente para contener lo que sabemos de la excelencia y perfección del hombre, incluso en su actual estado caído degradado. Tanto su cuerpo como su alma se adaptan con asombrosa sabiduría a su residencia y ocupaciones ; y también el lugar de su residencia, así como los objetos circundantes, en su diversidad, color y relaciones mutuas, con la mente y el cuerpo de este Señor de la creación. La invención, disposición, acción y reacción de las diferentes partes del cuerpo, muestran la admirable habilidad del maravilloso Creador; mientras que los diversos poderes y facultades de la mente, actuando sobre y por los diferentes órganos de este cuerpo, proclaman el origen Divino del alma, y ​​demuestran que quien fue hecho a imagen y semejanza de Dios, era una transcripción de su propia excelencia, destinado a conocer, amar y habitar con su Hacedor por toda la eternidad.

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