Verso Hechos 13:13. Pablo y su compañía salieron de Pafos... Zarparon de esta isla, dejando, es de suponer, a Elimas como un penitente sincero y profundamente humillado; y a Sergio Paulo, un creyente cabal y feliz en la doctrina de Cristo.

Antes de este tiempo, San Lucas siempre menciona a Bernabé antes que a Pablo; pero después de esto menciona a Pablo siempre primero; probablemente después de ver cómo Dios lo había distinguido en los últimos procedimientos en Chipre; ya que mucho del Espíritu Santo descansaba ahora sobre él.

Llegaron a Perge en Panfilia... Como Perge no era una ciudad marítima, se conjetura que los apóstoles remontaron el río Cestrus, para llegar a este lugar, que, según Estrabón, estaba situado a unas sesenta leguas de este río, y cerca del cual había un famoso templo dedicado a Diana. Para Panfilia, consulte Hechos 2:10.

Y Juan se alejó de ellos... No sabemos por qué Juan Marcos dejó a sus hermanos en este lugar; probablemente fue a visitar a su piadosa madre María en Jerusalén, y a ver a Pedro, a quien se supone que estaba muy unido. Ciertamente no fue con la aprobación de Pablo que los dejó en este lugar, como aprendemos de Hechos 15:38;  sin embargo, su partida no parece haber merecido el desagrado de Bernabé; pues habiéndose encontrado Juan Marcos con estos apóstoles en Antioquía, cuando Pablo se proponía volver a visitar los diversos lugares donde habían plantado la palabra de Dios, Bernabé estaba dispuesto a llevarlo con ellos; pero Pablo no quiso, porque se había alejado de ellos desde Panfilia, y no iba con ellos a la obra,  Hechos 15:35,  y esto ocasionó una separación entre Bernabé y Pablo. No parece que Juan Marcos estuviera obligado a acompañarles más tiempo o más lejos de lo que quisiera. Parece que no era más que su sirviente, y ciertamente no había sido designado divinamente para este trabajo, como lo eran ellos; y en consecuencia podía dejarlos inocentemente, aunque no amablemente, si no podían suplir fácilmente su lugar. En este sentido, Juan Marcos podría ser culpable; pero Bernabé, de quien era sobrino, podía pasar por alto esta falta más fácilmente que Pablo, que no podía encontrar los motivos para pasar por alto lo que era reprobable en su conducta, que el afecto natural podría proporcionar a su hermano apóstol.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad