Verso Juan 8:19No me conocéis...  No conocéis al Mesías ni al Dios que lo envió.

Si me hubierais conocido... Si hubierais recibido mi enseñanza, habríais llegado a conocer la naturaleza y los atributos de Dios como nunca podríais haber tenido, ni podréis tener de otra manera. Es un dicho verdadero: Nadie ha visto a Dios en ningún momento: el Hijo unigénito, que yace en el seno del Padre, lo ha DECLARADO. La naturaleza y las perfecciones de Dios nunca pueden ser conocidas adecuadamente, sino a la luz del Evangelio de Jesucristo. Es digno de mención que, en todo este discurso, nuestro bendito Señor habla siempre del Padre y de sí mismo como dos personas distintas. Por lo tanto, el Padre no es el Hijo, ni el Hijo el Padre, como algunos imaginan vanamente, aunque es bastante claro que entre ellos subsiste la más completa unidad e igualdad.

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