Versículo 34. De quien esperas recibir... O bien, a quien esperáis que os lo devuelva. "Hacer que nuestro prójimo compre, de cualquier manera, la ayuda que le damos, es beneficiarse de su miseria; y, al imponerle obligaciones que esperamos que cumpla de una u otra manera, aumentamos su miseria bajo la pretensión de aliviarla".

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