Verso Mateo 23:16. Cualquiera que jura por el oro...  

El hombre codicioso, dice uno, todavía da preferencia al objeto de su lujuria; el oro tiene todavía el primer lugar en su corazón. Se debe sospechar de un hombre cuando recomienda aquellas buenas obras de las que más se beneficia.

Está obligado por ello, es decir, a cumplir su juramento.

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