Porque la ley hace a los hombres de los hombres que tienen enfermedades, ... Cada palabra tiene un énfasis en ello, y muestra la diferencia entre Cristo y estos sacerdotes: eran muchos; Fueron hechos sacerdotes por la ley, la ley de un mandamiento carnal, que no hizo nada perfecto, y fue desanimado; eran hombres que eran sacerdotes por ello, y realmente no podían dibujar cerca de Dios, y mediar con él por sí mismos, u otros, ni exidir a los pecados de su propio o los demás; Y eran hombres que tenían enfermedad, no natural y corporal, porque no debían no tener manchas y deficiencias corporales en ellos, sino de las pecaminosas; Y especialmente tales fueron los que aburrieron esta oficina bajo el segundo templo, y particularmente en los tiempos de Cristo y sus apóstoles D:

Pero la palabra del juramento, que fue desde la ley; Esa palabra que tenía un juramento anexo a él, que declaró a Cristo un sumo sacerdote después de la orden de Melquisedec, fue la ley del sacerdocio de Aarón; Porque aunque Cristo fue sacerdote de la eternidad, sin embargo, la promesa que lo declaró, y tenía un juramento que se unió, fue después en el tiempo de David, Salmo 110:4 y esta palabra del juramento hacer el hijo; no un hijo, sino un sacerdote; Publica y le declara que sea así: Cristo, aunque un hombre, sin embargo, él no es un simple hombre; Él es el Hijo de Dios, y como tal, opuesto a los hombres; Y, por lo tanto, no es el Hijo de Dios como hombre; Y esto demuestra que era un hijo antes de que fuera un sacerdote, y por lo tanto no se llama así debido a su oficina; Y es su ser el Hijo de Dios, lo que le da brillo y gloria a su cargo sacerdotal, y la virtud y la eficacia de su sacrificio e intercesión, y le da la preferencia a todos los demás sacerdotes:

quien se consagra para siempre; o "perfeccionado", o "perfecto"; Él es perfecto en su obediencia y sus sufrimientos, en su sacrificio, y como está ahora en el cielo, en completa gloria; La ley hizo que los sacerdotes de los hombres no continuaran, pero Cristo es un sacerdote para siempre, y absolutamente, perfecto.

d vid. T. BAB. Yoma, fol. 8. 2. 9. 1.

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