Pero si andamos en la (d) luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, (4) y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

(d) Se dice que Dios es luz por su propia naturaleza, y que está en luz, es decir, en esa eterna bienaventuranza infinita: y se dice que caminamos en luz porque los rayos de esa luz nos brillan en la palabra. (4) Una digresión del asunto que nos ocupa, para la remisión de los pecados: porque esta nuestra santificación, los que caminan en la luz, es un testimonio de nuestra unión y tejido con Cristo; pero debido a que esta nuestra luz es muy oscura, debemos obtener otro beneficio en Cristo, es decir, que nuestros pecados nos sean perdonados siendo rociados con su sangre: y este en conclusión es el sostén y ancla de nuestra salvación.

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