(24) Por tanto, permanezca en vosotros lo que habéis oído desde el principio. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

(24) Toda la predicación de los profetas y apóstoles es contraria a esa doctrina, por lo tanto, debe desecharse por completo, y esto por completo para ser mantenido y guardado, lo que nos lleva a buscar la vida eterna en la promesa gratuita, es decir, a digamos, solo en Cristo, que nos es dado por el Padre.

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